El término aerotransporte aplicado al traslado de
personas en un vehículo aéreo fue utilizado por primera vez en la novela (Robur the conqueror)
escrito por el visionario novelista francés Julio Verne.
Los primeros traslados aeromédicos lo
hicieron los prusianos a través de globo aerostático durante la guerra el en París de 1870.
En
Francia
de 1917, el French Dorand AR,
fue el primer avión en convertirse en ambulancia aérea transportando a un
serbio desde el campo de batalla al hospital.
En
1920
en la antigua Unión Soviética se creó por primera ves el servicio de atención
pre-hospitalario aérea, a domicilio.
Los australianos, en 1928, diseñaron la
primera ambulancia aérea que contaba con una tripulación conformada por un
piloto, un médico y una enfermera, y el vehículo tenía espacio para colocar un
enfermo en camilla.
En
1933
se trasladó el primer caso de un civil (un paciente con peritonitis) en el
Reino Unido.
En
1945,
el piloto Floyd Carlson, en
su helicóptero Bell modelo 30, lleva al Doctor
Thomas
C. Marriott para
asistir a un piloto herido llamado Jack Woolams, que había quedado aislado por la nieve
en una granja al oeste de Nueva York después de salirse de un avión P-59.
hoy en día las ambulancias aéreas a turbohélice son algo
más lentas que las de propulsión a chorro, pero ofrecen una ventaja económica
considerable y pueden aterrizar en aeródromos regionales con pistas cortas, que
a menudo no son suficientes para los aviones a reacción. De esta manera,
modelos como el King Air 90, King Air 200, Piper Cheyenne, Beechcraft u otros logran acercarse en su mayoría
mucho más a su objetivo.
Hoy en día las aeroambulancia
están dotadas con un equipo técnico que facilita el cuidado de los pacientes
dentro de la aeronave mientras se traslada al hospital. Entre los aparatos
dispuestos dentro de una aéreo-ambulancia se encuentra: una camilla, tanque de
oxígeno, botiquín de primeros auxilios, aparato desfibrilador, rampa
desplegable o elevador, radio para comunicarse con el hospital de origen,
sistema de geolocalización, circuito cerrado de televisión, iluminación
especial, aire acondicionado entre otros.
Los aviones sanitarios a reactor más
habituales, como el Learjet, Citation
Bravo, Citation
Mustang, Bombardier Challenger,
Boeing Business Jet, Hawker o Embraer Phenom,
alcanzan por su parte altas velocidades y disponen
de un alcance suficiente para realizar traslados de pacientes o repatriaciones
intercontinentales de manera particularmente rápida.
Obviamente, dejamos la elección de su ambulancia
aérea en sus manos. Un consejo: si necesita una repatriación u otro tipo de
traslado de enfermos por avión, puede informarse por
anticipado sobre nuestras ambulancias aéreas a reacción, aviones ambulancia o
helicópteros sanitarios.
Estamos a su disposición para ofrecerle
asistencia telefónica
las
24 horas del día.
por: Alexander González